U na serie de relatos que se suceden en un pueblo que nunca se nombra son los que reúne “Doble Crimen”, el nuevo libro del escritor minuano Luis Fleitas Coya.

Estos cinco relatos, de los cuales uno de ellos es homónimo del titulo del libro, también podría considerarse una nouvelle o novela corta.

En las páginas de este atrapante libro, aparecen –entre otras- la historia perdida del boxeador Maguila, una nueva versión de muerte de Aparicio Saravia y el mundo maravilloso de la infancia basada en héroes y villanos de películas e historietas.

Esta obra, editada por Cuatro Esquinas, esta caracterizada por la agilidad de su prosa y sus fuertes personajes

Pero para saber más acerca del autor y de su obra, LA REPÚBLICA dialogó con el protagonista.

Contame un poco de tu historia de vida, de donde sos, cuantos años tenés, como se conforma tu familia, estudios, etc.

-Nací en José PedroVarela, Departamento de Lavalleja. Luego me vine a Montevideo a estudiar en la Facultad de Derecho, donde me recibí de abogado y de escribano, profesiones que ejerzo, así como mi cargo de Defensor Público del Trabajo en el Poder Judicial. Acá me quedé a vivir, me casé con Ely, también de Varela, y nacieron mis dos hijos. Pese a la historia personal, a los años transcurridos, a todas las cosas que pueda haber hecho o estar haciendo, siempre vuelvo a Varela, una y otra vez, sea porque viajo al pueblo o porque lo pienso, lo imagino, o lo recuerdo, y eso permea toda mi vida y mi literatura. Provengo de una muy antigua familia de la zona, mi bisabuelo materno Bernardo Coya fue uno de los fundadores del pueblo, que este año cumplió cien años, vino de Asturias hacia 1870 y en 1918 mandó hacer el primer plano de fraccionamiento del pueblo en campos de su propiedad; allí llegó mi padre, proveniente de Batlle y Ordóñez, que para mi familia paterna, será siempre Nico Pérez, hacia 1950, cuando concursó y entró a trabajar en la Caja Popular, luego Banco Casupá. Siempre seré el hijo de Luis Alberto Fleitas y Nelly Coya, nacido en su casa de José Pedro Varela, Lavalleja, con la asistencia de la madama Haydée y del Dr. Alberto Podestá Carnelli.

¿Cómo te fuiste vinculando con el mundo de la escritura?

-En“Doble crimen”doy algunas respuestas. En el prólogo  dedicatoria, Solo un paso, sobre que en mi infancia jugué y leí todo lo que pude y que de ahí a escribir había solo eso, un paso, y en el relato Los Siete Caballeros de Mompracem, los tres niños protagonistas crecen entre héroes y aventuras sacadas de las historietas y los libros que leían y de las películas que veían en el cine, tal cual lo viví yo. Me apasionaba todo el mundo de fantasía y me chocaba mucho el contraste con la realidad. La escritura sirve para zurcir ese bache entre ambos mundos.Tuve una adolescencia efervescente con amigos fanáticos de la literatura como yo, con los que compartíamos libros, opiniones, y nos pasábamos hablando de todo lo que leíamos, pero en esas épocas yo escribía sobre todo poesía; hasta que ya en Montevideo, tuve una crisis de proporciones siderales, y enterré y aborrecí todo lo que había escrito. Comencé a escribir narrativa, mandé uno de esos primeros cuentos a un concurso de cuentos, que fue seleccionado, premiado, leído en la radio, y publicado en un volumen colectivo. Después seguí escribiendo en forma bastante fragmentaria y algún otro cuento también fue premiado en algún otro concurso. Pero una cosa es eso y otra cosa es construir un libro entero. Por múltiples factores nunca tenía tiempo o lugar o espacio para eso. Hasta que en el año 2013 me puse la meta y logré escribir un libro íntegro de relatos que envié al Concurso de Narradores de Banda Oriental, y que por suerte también fue premiado,“La caza de la mulita y otros relatos”. Fue un libro que no solo me mostró el camino a recorrer sino que me abrió muchas puertas.

¿Ya has escrito otros libros? ¿Cuáles? ¿Qué temáticas?

-Ese primer libro, “La caza de la mulita y otros relatos”, fue premiado en el 2014 con Diploma de Honor en el XXI Concurso de Narradores de la Banda Oriental, y publicado en el 2016. Son cinco relatos ambientados en el interior, y uno en Montevideo; el más extenso es el que le da nombre al título, y pese al nombre aparentemente bucólico, cuenta una historia ambientada en una de las tatuceras utilizadas en el interior por el MLN en la década del setenta y antes del golpe de estado. La peculiaridad que tiene es que todo lo que se había escrito sobre el tema hasta entonces, era con una mirada montevideana y en mi relato yo propuse una mirada desde el interior, desde cómo vivieron los hechos los protagonistas incluidos gente de los pueblos o de las cercanías de las zonas rurales en donde operó la guerrilla. Los otros relatos son Ray Charles, sobre un adolescente negro, menor infractor, en un Juzgado de Menores en Montevideo, El puente de la vía sobre otro menor infractor que regresa al pueblo y un adolescente poeta con el que dialogan en una suerte de amistad, And I love her sobre la adolescencia, bailes, música, partidos de fútbol y el amor, Aullidos bajo la lluvia sobre un perro y el sinsentido de la vida, y Por el camino a Lascano sobre un niño muy pequeño y una cacería de patos con su padre y su abuelo.

¿Qué tiene de lo que venías escribiendo y qué tiene de nuevo“Doble Crimen”?

-En“Doble crimen”, también premiado este año 2018 con Diploma de Honor en el XXV Concurso de Banda Oriental, hay cuatro relatos, en realidad dos que son casi nouvelles (Doble crimen y Maguila o el amor más grande del mundo), y dos más breves (Felicho y Los Siete Caballeros de Mompracem), todos ambientados en un pueblo del interior del que no se dice el nombre. Es un libro que escribí mucho más descontracturado que cuando escribí el primero, lleno de los prejuicios y resquemores de toda primera obra; en este segundo, casi diría que me lancé a contar por el placer de contar, metiendo dentro de los relatos todo lo que sabía sobre el arte de narrar, al puro y exclusivo servicio de las historias para que fluyeran de la mejor manera posible. Estilísticamente me encontré con alguna una sorpresa que se había consolidado en mi escritura, y que consiste en narrar los diálogos, de forma alternada con pasajes de diálogos en forma clásica; es un recurso muy bueno que aligera y agiliza la narración. También escribir de la manera más sencilla y menos alambicada posible, huyendo de los adjetivos como de la peste.Y en cuanto al contenido, también tiré por borda otros prejuicios, como que un escritor puramente ateo y no creyente como yo, no pudiera utilizar recursos del más allá. Todos sus personajes son muy fuertes y además, para el autor, entrañables. Fue un libro que escribí con muchísimo placer, y espero que se note al leerlo. Con el auspicio de la Fundación Lolita Rubial y de la Comisión de Cultura de la Junta Departamental de Lavalleja, se dio la oportunidad editarlo y publicarlo para presentarlo en Varela el 9 de noviembre, en ocasión de los festejos por el Centenario, donde fui recibido de manera notable por la gente. Presentar un libro nada más ni nada menos que en mi pueblo, y en una ocasión tan importante, fue en sueño realizado, y una gran emoción. En todo esto quiero mencionar la participación especialísima de Guillermo Pellegrino y su editorial Cuatro Esquinas, quien se puso la empresa al hombro, y por sobre todo por su sensibilidad y respeto por la obra y por el escritor, y por el trabajo exquisito de la edición, con una notable portada y cuidado de todos los detalles.

¿Y las historias qué cuentan?

-En cuanto al contenido del libro, en Felicho, un hombre muy viejo les cuenta a unos niños su vida de hombre de campaña, cómo era vivir sin electricidad y sin autos, a la intemperie y a caballo, y luego sus experiencias en los alzamientos blancos de 1903 y 1904; ensaya una vuelta de tuerca sobre la muerte de Aparicio Saravia. En Maguila o el amor más grande del mundo es una historia de caída y reconversión de Maguila, que pasa de boxeador acabado a músico de pueblo, y que se encuentra con un amor imprevisible. Este personaje se me impuso de una manera increíble. En Los Siete Caballeros de Mompracem, con tres niños como protagonistas que se ponen así mismo los nombres Capitán Centella, Kitchi Manitú y Sson, hay un homenaje expreso a todo el mundo de fantasía de las historietas y libros que leíamos, y de las película que veíamos, cuando niños, así como a la mitología futbolera de la niñez, y cuenta el doloroso fin de la infancia. Doble crimen es el relato principal o nouvelle, que le da título al libro. En un bar, el bar Os lusiadas de Netinho, ocurren dos crímenes, distanciados en el tiempo pero unidos entre sí por los protagonistas y causalmente, aunque el tema las causas es uno de los principales planteos del relato. Tiene una estructura narrativa más compleja, alternando los puntos de vista narrativos graduando el suspenso, y un final inesperado que ha calado fuerte en quienes lo han leído según me dicen, y que incluye una suerte de tenue vínculo final de todo el libro.

¿Cuál es el mensaje que querés dar con este libro, si querés hacerlo o es sólo entretener a sus lectores?

-De lo que se trata es de escribir buena o mala literatura. No creo que la función de un escritor sea enviar mensajes de nada ni a nadie. El escritor debe preocuparse por escribir lo mejor que pueda, desafiando todo lo que conoce, incluso a sí mismo; si no, es mejor que se dedique a otra cosa. Ahora, si luego de escrito el libro, al leerlo los lectores encuentran mensajes o contenidos en el texto que les puedan servir, es otra historia, y que ya no depende del autor. Descreo del carácter panfletario de la literatura, pues cuando aparece, hecha a perder una obra.